Hay que tener cuidado PUEDE SER GRAVE
La convulsión es la respuesta corporal a una descarga eléctrica anormal en el cerebro. Existen muchos motivos para que los niños tengan una convulsión. Las más comunes son aquellas que se producen por una subida abrupta de la temperatura corporal en niños pequeños. Las convulsiones también pueden ser causadas por afecciones como la epilepsia, o por infecciones cerebrales como la meningitis o la encefalitis.
Convulsión febril
Los niños menores de tres años poseen el sistema nervioso inmaduro, por lo que no se adaptan fácilmente a los cambios abruptos de temperatura corporal. Las convulsiones febriles son inducidas por una temperatura superior a los 39 grados. Pueden perder la conciencia por un lapso hasta de 15 minutos. Cuando vuelven en sí, están confundidos o irritables y dormirán varias horas. Las convulsiones febriles no son dañinas y generalmente se superan entre los tres y cinco años.
Síntomas
• Pérdida de conciencia, desmayo.
• Espasmo corporal.
• Los ojos se ponen en blanco.
• Pérdida del control de esfínteres.
• Espuma en la boca.
• Vómitos
¿Cómo actuar frente a una convulsión?
• Si el niño tiene una convulsión, recuéstelo sobre el piso con la cabeza hacia el costado, y asegúrese que tengas las vías respiratorias abiertas.
• Procure que no se golpee.
• Sin está acompañada, indique a la otra persona que llame al médico. Usted quédese al lado del niño.
Tratamiento
Lo primero que el médico intentará averiguar son las causas que produjeron la convulsión. Si se trata de una convulsión febril, recomendará un antitérmico.
Si la convulsión es una manifestación de otra enfermedad, recetará el medicamento correspondiente para dicha afección. Existen drogas anticonvulsivas que sólo son recetadas cuando las convulsiones producen secuelas neurológicas.
Recomendaciones
Cuando el niño tenga temperatura alta, adminístrele un antitérmico, quítele el exceso de ropa y si aún así no baja, báñelo en agua tibia, no fría.
Evite
• Evite perder la compostura. El niño necesita un adulto que lo contenga.
• No introduzca nada en la boca de un niño con una convulsión.
• No pare o siente al niño durante una convulsión.
• No desatienda los síntomas.
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