HAY QUE TENER MUCHO CUIDADO CON LOS NIÑOS
El golpe de calor se produce cuando una persona se expone a altas temperaturas durante un tiempo y su cuerpo levanta fiebre superior a los 40ºC. Para bajar la temperatura corporal, empieza a sudar, pero la excesiva sudoración provoca la pérdida de líquidos, sales y minerales necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. La falta de líquidos hace fallar el sistema de regulación de la temperatura y puede llevar a la persona a la inconsciencia.
Los niños de hasta cuatro años y los ancianos son los más susceptibles a contraer golpes de calor.
Síntomas
• Piel enrojecida y reseca.
• Fiebre superior a 39ºC.
• Transpiración fría.
• Decaimiento.
• Dolor de cabeza.
• Mareos y hasta vómitos.
• En algunos casos, desvanecimiento.
• Sarpullido por calor. Síntoma de calor común en niños pequeños. Es una irritación de la piel ocasionada por el sudor excesivo en un clima caliente y húmedo. Se manifiesta a través de granitos enrojecidos que generalmente aparecen en el pecho y los pliegues del cuerpo, como en las ingles, la parte inferior de los codos y la fracción trasera de las rodillas.
Tratamiento
Si un niño sufre un golpe de calor, llévelo inmediatamente al centro de salud más cercano. Según el diagnóstico, el médico buscará refrescarlo lo más rápido posible y además intentará rehidratarlo. Seguramente recomiende un baño con agua fresca –no helada – o compresas de agua fría para bajar la temperatura del cuerpo. Nunca debe usarse alcohol, porque la piel lo absorbe e intoxica al niño. Además, si el pequeño ha sufrido quemaduras por exposición al sol, es probable que le recete una loción de calamina para reducir el dolor.
Recomendaciones
En días de excesivo calor:
• Mantenga los chicos con ropa ligera y de algodón.
• Ofrézcales jugos naturales o agua antes de que ellos se lo pidan. Considere líquidos que contengan sales y minerales como las bebidas isotónicas que utilizan los deportistas.
• Contemple algunas comidas con sal.
• Si van a estar al aire libre, póngales un sombrero y refrésquelos frecuentemente con agua.
• Busque lugares con sombra para descansar de los efectos del sol.
En caso de tener un niño alimentado a pecho, amamántelo más seguido
Evite
• Nunca deje a un pequeño en un auto con ventanas cerradas, sobre todo en días de calor.
• Evite los alimentos muy calientes o condimentados y las bebidas muy azucaradas, ya que no refrescan.
La exposición al sol
¿Por qué es tan importante exponerse al sol?
El sol provee la vitamina D que es indispensable para el crecimiento y desarrollo físico de la persona. Esta sustancia previene el raquitismo y la osteoporosis ya que favorece la absorción de calcio en los huesos
Recomendaciones
Aplique al niño crema con protección solar media hora antes de salir. No deje sin untar las orejas, la nariz, la frente, el cuello, debajo de los ojos, los hombros, atrás de las piernas y los empeines. Aunque el producto diga que es resistente al agua, es necesario repetir la acción varias veces al día.
Tenga presente que aunque esté nublado, los rayos ultravioletas penetran igual en la piel, es por eso que hay que untarse con cremas protectoras aún en los días de poco sol.
Recuerde que cuanto más clara es la piel mayor grado de protección necesita.
Lleve una remera y un sombrero de algodón como protección adicional.
Ofrézcale abundante líquido para beber.
Refresque con agua la cabeza del niño.
Es importante saber que las radiaciones solares se acumulan en el cuerpo de una persona a lo largo de toda su vida. Sin protección y cuidado, el sol puede provocar daños severos en la piel, incluso cáncer.
Si su hijo tiene lunares, solicite al dermatólogo un mapeo anual de las manchas de su hijo. Una revisión periódica puede detectar y controlar enfermedades graves.
Evite
Las exposiciones al sol entre las once y las cuatro de la tarde porque es el momento del día en que las radiaciones solares son más fuertes y dañinas.
No coloque al niño cremas de protección solar con graduaciones inferiores a 30.
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