Las regurgitaciones en los recién nacidos son comunes. Suelen suceder luego de cada toma. Generalmente se debe al exceso de leche ingerida o a la presencia de aire en el estómago. Por otra parte, los niños menores a un año poseen el esfínter esofágico (la válvula que no permite que los alimentos suban nuevamente a la boca) inmaduro, lo que facilita la regurgitación.
Cuando se habla de reflujo gastroesofágico, significa que los alimentos ingeridos vuelven del estómago hacia el esófago con jugos gástricos. Dichos jugos son ácidos y generan mucho malestar y ardor en el niño. Si no se trata, con el curso del tiempo pueden hacer perder peso al bebé e incluso dañar la pared del esófago.
Síntomas
• Gran producción de saliva.
• Vómitos copiosos que se proyectan a gran distancia.
• Llanto e irritabilidad luego de los vómitos.
• Pérdida de peso.
• Dificultad para conciliar el sueño.
• En niños menores a seis meses, es posible el broncoespasmo como consecuencia del reflujo.
Tratamiento
Como primera medida, seguramente el médico le preguntará a la madre los hábitos de alimentación del niño.
En esa consulta, el especialista buscará clarificar si el reflujo es producto de una mala o sobrealimentación.
Luego les recomendará a los padres darle de comer al niño en una posición más sentada que acostada. Como segunda medida, es probable que fraccione la cantidad de leche en porciones más pequeñas, pero a intervalos más seguidos.
Por último, si es necesario, buscará reemplazar la leche utilizada por alguna fórmula maternizada con medicamentos antireflujos.
Si todo esto no funciona, es probable que el médico solicite un par de análisis para averiguar si el motivo del reflujo es una malformación anatómica o no, y si es necesaria una cirugía correctiva.
Recomendaciones
• No movilice al niño luego de comer.
• Manténgalo erguido por un tiempo para dificultar la subida de leche.
• Consulte con su médico si a partir del quinto mes puede incluir una cucharadita de fécula de maíz en la mamadera para espesar la leche y así evitar el ascenso del líquido por el esófago.
• Consulte con su pediatra la posibilidad de reemplazar alguna toma de leche por yogur natural.
• Coloque una almohada debajo del niño para que no esté muy recostado.
Evite
• Si el reflujo continúa luego de los seis meses, no alimente al niño con comidas muy calientes o sobrecondimentadas.
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