Existen numerosas plantas que tienen un poder antioxidante. Los antioxidantes son un grupo de vitaminas, minerales, colorantes naturales y otros compuestos de vegetales y enzimas (sustancias propias de nuestro organismo que intervienen en múltiples procesos metabólicos), que bloquean el efecto perjudicial de los denominados radicales libres; elementos que se encuentran en los alimentos vegetales. También podemos definir como antioxidante a toda sustancia que hallándose presente a bajas concentraciones respecto a las de una molécula oxidable (biomolécula), retarda o previene la oxidación de este sustrato.
Los antioxidantes ayudan a las patologías cardiovasculares (y probablemente cerebro vasculares), en numerosos tipos de cáncer, en el Sida, en los procesos de envejecimiento, como las cataratas o las alteraciones del sistema nervioso. La presencia del colesterol malo (LDL-c) ayuda a desarrollar arteriosclerosis (engrosamiento y dureza anormal de las cubiertas internas de los vasos sanguíneos debido a un depósito de material graso, que impide o dificulta el paso de la sangre); la presencia de los antioxidantes pueden servir para bloquear los radicales libres, modificando el colesterol malo, y de esa manera se reduce el riesgo cardiovascular. Por otro lado, los bajos niveles de antioxidantes pueden constituir un factor de riesgo para ciertos tipos de cáncer.
Entre los más importantes se encuentran la Vitamina E, la Vitamina C, el Betacaroteno, Flavonoides y Licopeno, etc. También los oligoelementos como Zinc, Selenio, Magnesio, Hierro, etc. encontrados en las plantas se necesita incorporarlos en la dieta, pues forman parte del núcleo activo de las enzimas antioxidantes.
USO TRADICIONAL
1. Tomar uña de gato. (Ver productos)
2. Lo más importante es tener una alimentación rica en Vitamina E (tocoferol): Comer germen de trigo, aceite de soja, aceite de algodón, aceite de maíz, aceite de palma real (Roystonea regia), germen de cereales o cereales de grano entero, aceite de oliva, vegetales de hoja verde y frutos secos.
3. Comer alimentos ricos en Vitamina C, como frutas y verduras, frescas y crudas, principalmente camu camu, de la selva peruana, también guayaba, kiwi, mango, piña, caqui, cítricos (naranja y toronja), melón, fresas, bayas, pimientos, tomate, brasicáceas (verduras de la familia de la col), frutas y hortalizas en general.
4. Comer alimentos ricos en Betacaroteno o "pro vitamina A", verduras de color verde o coloración rojo-anaranjado-amarillento (zanahoria, espinacas, calabaza, etc.), y ciertas frutas como albaricoques, cerezas, melón y melocotón.
5. Comer alimentos ricos en Selenio, carnes, pescados, marisco, cereales, huevos, frutas y verduras. También comer alimentos ricos en Zinc, carnes y vísceras, pescados, huevos, cereales completos y legumbres. Finalmente comer alimentos ricos en Cobre, hígado, pescado, marisco, cereales completos y vegetales verdes.
6. Comer alimentos que contengan Flavonoides, la familia de las coles, las verduras de hoja verde, las frutas rojas y moradas y los cítricos. Esta alimentación reduce el riesgo de cáncer colo-rectal.
7. Comer alimentos que contengan Isoflavonas, soja (tofú, queso de leche de soja) y el tempeh (semillas de soja a las que se añade un hongo específico para su fermentación). Esta alimentación asiática sirve para disminuir la incidencia de cáncer de mama y matriz.
8. Como parte de la dieta se recomienda usar estas plantas que tengan acción antioxidante; como el plátano burro (Musa paradisíaca; maní o cacahuate (Arachis hypogea); la corteza del pino (Pino cubensis); las semillas de uva (Vitis vinífera; el consumo regular de vino tinto y jugo de uvas con alto contenido de flavonoides; la uva negra contiene resveratol para protegerse a sí misma de hongos es también antioxidante; el cacao (Theobroma cacao); la curbana (Canella winterana); el extracto de corteza de mango (Mangifera indica L) que contiene flavonoides, taninos y microelementos como el Hierro, Selenio, Cobre y Zinc que tienen acción sobre algunas neoplasias, polineuritis, psoriasis; romero (Rosmavirus officinalis); una manzana diaria (Malus sylvestris); también es muy buena dieta; finalmente comer tomate.
9. Tomar una infusión de la raíz de cúrcuma.
10. Tomar infusión o cocimiento de té verde, un puñado por litro de agua.
11. Hacer una cura de higos. Se comenzará por tomar 1 kilo por día repartido en tres comidas, aumentando paulatinamente hasta 3 kilos al día para luego, disminuir hasta el final de la cura, de 5 a 7 días"; del higo se ha aislado una sustancia, benzoaldehído, y abundantes bioflavonoides que actúan como antioxidantes, comprobándose su eficacia en animales y personas.
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