Son problemas en la piel. Es un trastorno en el extremo de una uña que penetra en el pliegue de la piel adyacente causando dolor, enrojecimiento e inflamación. A continuación se presentan los posibles tratamientos para la uña encarnada.
Limón: Reduce la inflamación y combate el dolor agudo de las uñas encarnadas. Introducir el dedo dentro de un limón durante un rato. Repetir la operación varias veces al día.
Miga de pan: Hacer un cataplasma mezclando miga de pan con leche y yema de huevo. Coloca una pequeña cantidad de esta pasta sobre la uña encarnada y cámbiala con frecuencia. El pan permitirá que el pus salga al exterior y se cure el uñero.
Cebolla: Hervimos una cebolla entera y cuando esté cocida, la dejamos entibiar, la cortamos por la mitad y colocamos sobre el dedo dejamos actuar por 15 minutos y retiramos, esto se hace dos veces al día hasta que el uñero se reviente y salga todo el pus.
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