Se llama escoliosis a una curvatura anormal y lateral en la columna vertebral. Existen varias causas para desarrollarla aunque en muchos casos no se la encuentre. Puede ser congénita (tiene que ver con la formación de la columna durante la gestación del niño); como consecuencia de otras enfermedades, como la poliomielitis, la espina bífida, la distrofia muscular o incluso la parálisis cerebral e idiopática (por causas desconocidas). La más frecuente es por mala postura. Es más común en mujeres que en hombres. Suele haber cierta predisposición familiar. Cuando la columna está muy desviada, un hombro, las costillas y las caderas pueden sobresalir más de un lado que del otro.
SÍNTOMAS:
- Hombros y pelvis no alineados.
- Dolor en la parte baja de la espalda.
- Dolor luego de estar muchas horas sentado.
Tratamiento:
- Según el grado en la desviación de la columna, la escoliosis puede o no ser percibida a simple vista. En muchas ocasiones, las descubren los maestros en las escuelas.
- Por otra parte, los pediatras suelen incluir una exploración de la columna en los controles médicos periódicos del niño, que es totalmente indolora.
- Según el grado y la altura en que se produce la desviación, es el tratamiento que el traumatólogo recomienda.
- A veces se necesita usar aparatos ortopédicos para impedir que la columna se siga torciendo.
- Si ese tratamiento no resulta o la escoliosis es progresiva, es probable que el médico recomiende una cirugía.
- En muchos casos se recomienda quinesioterapia física para corregir la postura y la práctica periódica de deportes que fortalezcan los músculos de la columna y el tórax, como la natación y las artes marciales.
Recomendaciones:
- Una manera de comprobar si el niño tiene la columna desviada es pedirle al pequeño que se pare con los pies juntos y las piernas extendidas, y luego se incline hacia delante.
- El adulto se para detrás del niño y puede observar si sobresale o no un lado de la espalda mientras éste se encuentra inclinado.
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