El sonambulismo es un trastorno del sueño en el que el niño, parcialmente dormido, puede sentarse en la cama, levantarse, caminar por la casa, abrir y cerrar puertas, etc., pero después no recuerda nada. Afortunadamente, no está relacionado con ningún problema psicológico ni emocional y generalmente desaparece antes de la adolescencia. Los padres deben conservar la calma. No hay que despertar al niño, no porque sea peligroso como a veces se dice, sino porque el despertarse sólo le producirá confusión. Tampoco hacerle preguntas ni intentar conversar con él. Lo mejor es reconducirlo a la cama hablándole de forma suave y tranquila: “Vamos, vuelve a la cama…”, y dejarle allí continuar el sueño.
Recomendaciones y Tratamientos:
Instalar alarmas:
- Se pueden colocar detectores de luz o movimiento que avisen a los padres cuando el niño se levanta de la cama, o campanas en la puerta del dormitorio del niño que suenen si el niño sale de su habitación, etc.
- Retirar objetos peligrosos de la habitación del niño (objetos cortantes, estufas, etc.) para evitar que se haga daño.
- Colocar cierres de seguridad en la puerta de la casa y en las ventanas.
- Proteger las escaleras con barandillas de seguridad.
- El niño debe dormir en una cama baja.
- Tomar unos momentos de calma y relajación.
- Leer una lectura para meditar
- Tomar un baño a temperatura neutral.
- Realizar una corta caminata antes de dormir.
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